Estamos próximos a iniciar el IX Encuentro Nacional del Sistema de Garantía Participativo SGP. En los últimos años han sido muchos los logros para obtener una certificación social y participativa para la producción orgánica, alternativa a la certificación de terceras partes.
Somos conscientes de las dificultades para obtener este propósito, de las diferentes realidades en cada una de las regiones, las formas de producción, el volumen, la propiedad de la tierra, el desconocimiento por parte de las autoridades, todas y cada una de estas características que complejizan nuestra realidad. Sin embargo, podemos decir que desde los productores hemos avanzado y bastante por posicionar la producción orgánica al interior del país.
Destaquemos algunos de estos logros: la implementación del SGP en al menos 14 regiones del país, el reconocimiento y aplicación del Manual del SGP por parte de los productores, el fortalecimiento -aún débil- del proceso metodológico para su implementación, la consolidación de una estructura orgánica participativa con la incorporación de los Consejos Regionales en el Consejo Nacional y sobre todo la valoración de la producción orgánica y ecológica para la seguridad y soberanía alimentaria en el país.
En este proceso, el año 2017 ha estado marcado por la exigencia del reconocimiento del SGP por parte del Estado. Han sido múltiples los espacios de encuentro y debate con funcionarios del Ministerio de Agricultura MINAGRI, hemos tenido extensas reuniones con funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad Agraria SENASA, todo esto a la espera del reconocimiento del SGP por parte del Estado como un sistema de certificación.
A estas alturas, nos atrevemos a decir que es necesario una mayor voluntad política del Estado con los productores orgánicos y ecológicos, lo cual debe traducirse en un decreto que reconozca la reglamentación del SGP, esto es lo que esperamos los productores y por esto nos estamos reuniendo en nuestro próximo encuentro en la ciudad de Abancay.